Llamen a los numeros a votar... va perdón los jovenes.

Seguimos siendo el estudio de los adultos, seguimos bajo la lupa en que buscan a costa de todo lograr identificarnos y anclarnos dentro de un grupo determinado en donde compartimos diferentes ámbitos, cuando se darán cuento de que somos diferentes, cada uno con su propia armonía, con sus propios matices, en fin algo bueno tendrán que tener estas encuestas.

Las encuestas son una forma muy superflua de reunir a todos los jóvenes dentro de una misma casta, es el ímpetu que tienen los adultos de saber que somos,en que andamos que los lleva a pensar que al identificarnos nos van a poder conocer mejor.
Es cosa de hablar con un adulto, cual curiosidad tienen de saber si al joven que ven es un pokemón, un emo, o un pelolais y de inmediato nos damos cuenta que tan chica es la cabeza de ellos que no les cabe un universo más grande.
Ahora dirijiendonos a las encuestas en bruto, las tendencias marcadas a mi parecer son a grandes razgos, el nivel de aseptación de diferentes ejes valóricos me pareció muy positivo, ya que demuestra que la juventud ha crecido, y se encuentra abierta al dialogo y a incluir cosas tan necesarias para el desarrollo de una cultura cívica mas diversa, integra y de libertades pronunciadas y no imaginarias.
Para finalizar me gustaría dejar planteado el impacto que generan este tipo de encuestas, a nivel local e internacional, ya que tiende a dar una imagen de una generación o de varias que muchas veces puede ser una constante, pero como no existe cultura aún se tiende a unificar todo, a diferenciarlos por negro o gris y nada más y es así como el ciclo de la estigmatisación ciudadana, provincial y hasta del País se sigue marcando y marcando.